La importancia del apoyo emocional en el proceso oncológico

04/29/2025

¿Por qué es necesario atender la salud mental en el cáncer?

Sin lugar a duda el enfrentar un diagnóstico por una enfermedad potencialmente mortal es uno de los episodios mental y emocionalmente más desgastantes a los que una persona puede enfrentarse. Desde el día uno en que se genera la detección el paciente ve golpeada su salud emocional, así como la de su círculo inmediato, familiares y cuidadores, cuestión que se agudiza conforme el proceso oncológico avanza.

Angustia, miedo, ansiedad, tristeza, enojo, son algunas de las emociones más íntimamente ligadas a un proceso tan complejo, mismas que pueden intercalarse con episodios más amables de felicidad, sin embargo, en muchas de las ocasiones, nosotros como expectantes tendemos a invalidarlas frente a la eufemización equivocada del “echale ganismo” o la concepción de los pacientes con cáncer como guerreros que están librando una batalla para la cual es necesaria mostrar toda la fortaleza.

Un paso necesario para la convivencia con estas alteraciones emocionales que se presentan y van cambiando en cada etapa del proceso oncológico, tanto en los pacientes como en los familiares, es la identificación de las emociones que afloran, para después pasar a un estado de normalización y admisión, lo cual evitará que el individuo caiga en un estado de represión y negacionismo que puede ahondar en el malestar físico y mental a largo plazo.

Tomando en cuenta esto, podemos comprender porque así como se brinda atención a la enfermedad física, o a la parte nutricional, es necesario visibilizar las dolencias que conciernen al espíritu y los sentimientos.

Reforzando esta idea, el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU publicó un estudio en el 2021, el cual registró la participación de 50,000 veteranos de guerra para analizar la conexión entre la salud mental y la supervivencia a enfermedades tan agresivas como el cáncer. Entre estos participantes se detectó que al recibir apoyo en el área psicológica se reducía entre un 23 y un 30% el riesgo de fallecer a causa de cánceres diversos, aumentando las posibilidades de supervivencia.

Además de buscar apoyo en un especialista psico oncológico, tanto pacientes como sus cuidadores y familiares pueden tomar en cuenta los siguientes consejos para hacer frente al torbellino emocional producto de la enfermedad y obtener los mejores resultados en el tratamiento.

Expresar los sentimientos

El paso número uno conlleva alejarse de la represión, pues cuando se manifiestan sentimientos intensos como el enojo o la tristeza, el expresarlos ayudará a que estos sean pasajeros. En la práctica esto puede llevarse a cabo mediante charlas con amigos cercanos, familiares, grupos de apoyo o consejeros, también es recomendable expresarlos de forma escrita en un diario.

No culparse por el cáncer

A menudo los pacientes diagnosticados tienden a culparse por su enfermedad, cuestionando lo que hicieron o no hicieron, sin embargo recordemos que el origen de este padecimiento es multifactorial, e intervienen tanto factores genéticos y no modificables (edad, raza, género), como externos modificables.

No tratar de estar de buen humor si no se está

En tiempos recientes se ha cuestionado el concepto del positivismo, sobre todo cuando se padece una enfermedad tan compleja como el cáncer, por lo cual es necesario validar todos los sentimientos, sobre todo aquellos de percepción negativa, y aceptarlos como parte normal del proceso.

Decidir cuándo hablar del cáncer

Quizá una de las partes más difíciles es entablar comunicación en el entorno cercano sobre la enfermedad, debido en parte a que muchas personas no sabemos cómo abordar la noticia o qué decir. La decisión sobre cuándo y cómo hablar del tema queda completamente bajo la voluntad del paciente, y para las personas a su alrededor una forma empática de abordarlo puede ser con las preguntas: ¿Qué piensas? ¿Cómo te sientes?

Encontrar maneras para relajarse y mantener la mayor actividad posible

Dedicar tiempo a actividades que ayuden a despejar la mente y producen relajación de la cotidianidad son cruciales tanto para el paciente como para el cuidador primario. Un buen ejemplo son el ejercicio, la meditación y ejercicios espirituales, además de pasatiempos como la lectura, tejer, pintar, dibujar, escribir o asistir a talleres de manualidades.

Aprender a controlar los efectos secundarios

Los efectos secundarios físicos del cáncer afectan los sentimientos. A menudo, si el cuerpo no se siente bien, la mente tampoco. Por ejemplo, sentir dolor lleva a ponerse de mal humor con los demás. O la fatiga provoca que las personas se sientan tristes.

Concentrarse en lo que sí se puede controlar

Aunque parezca abrumador, enfocarse en cuestiones que están en las manos de los pacientes, cuidadores o familiares puede brindar mayor certeza y tranquilidad, como la participación en el derecho a la salud, ¿cómo?, haciendo preguntas al personal médico, asistir a las consultas, apoyarse de especialistas nutricionales, psicológicos y paliativistas. Podría ayudar el generar un calendario para organizar actividades diarias que al igual incentiven una mayor movilidad y activación.

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